Nadie quiere creer que puede ser víctima de una estafa, pero esto le puede pasar a cualquiera, sin importar la edad. Sin embargo, los adultos mayores pueden ser especialmente vulnerables y con frecuencia son el blanco de los estafadores. De hecho, según el Informe de Delitos en Internet de 2024 del FBI, las personas de 60 años o más presentaron reclamaciones por más de $4.9 billones en pérdidas por estafas en 2024.
Las estafas de suplantación de identidad (en las que los estafadores se hacen pasar por una empresa o persona conocida), las estafas románticas y las estafas de soporte técnico fueron las más comúnmente denunciadas y las que provocaron mayores pérdidas entre adultos mayores de 60 años. Las llamadas "estafas de los abuelos", en las que los estafadores utilizan la inteligencia artificial para clonar las voces de seres queridos y engañar a las personas para obtener dinero e información personal, también representan una amenaza emergente.

Con un poco de información y una buena dosis de precaución, puedes evitar las estafas y proteger tu información personal. Para ayudarte a mantenerte alerta y seguro, Chase comparte estas seis mejores prácticas.
1. Evita contestar llamadas o mensajes de texto de números desconocidos
Evita contestar llamadas o mensajes de texto de números desconocidos, incluso si te parecen familiares. Los estafadores pueden falsificar números de teléfono para que se vean como números locales o similares a los de un familiar o una empresa conocida. Si respondes, es posible que intenten engañarte para que compartas información confidencial. Si alguien que conoces realmente quiere comunicarse contigo, lo más probable es que te deje un mensaje.
Además, no confíes únicamente en el identificador de llamadas ya que también puede ser manipulado. Considera instalar una aplicación de protección contra llamadas no deseadas que te ayude a identificar posibles estafas.

2. Nunca compartas información personal a través de Internet
Los estafadores suelen hacerse pasar por empresas, organizaciones o incluso agencias policiales legítimas para engañarte y lograr que compartas información confidencial y/o dinero. Nunca compartas información personal por teléfono, aunque la persona diga ser un representante de tu banco o de una agencia gubernamental, como el IRS.
Recuerda, tu banco nunca te pedirá información personal si ellos te llaman. Sin embargo, si tú los contactas, es posible que necesiten verificar ciertos datos contigo. Por su parte, agencias gubernamentales como el IRS no llaman para exigir acciones urgentes ni para hacer amenazas. En la mayoría de los casos, se comunican por correo electrónico.
Si tienes dudas, cuelga y llama directamente a la empresa. Si el estafador dice que representa a tu banco, llama directamente a tu institución usando el número que aparece en el reverso de tu tarjeta para confirmar si hay algún problema.
3. No caigas ante amenazas, urgencias o historias tristes.
Los estafadores a menudo intentan engañar a sus víctimas creando una sensación de urgencia o usando manipulación emocional, como una historia triste. Por ejemplo, recibir una llamada de un proveedor de servicios públicos que amenaza con cortarte el suministro eléctrico a menos que proporciones tu información bancaria.
Recuerda, ninguna institución legítima te amenazará con desconectar servicios ni te pedirá enviar dinero para evitar fraudes o para acceder a tus cuentas. Si tienes dudas sobre la legitimidad de la llamada, puedes buscar el número de la institución y devolverles la llamada directamente.
Según los datos del FBI de 2024, los adultos de 60 años o más reportaron casi $390 millones en pérdidas por estafas románticas. Si conoces a alguien en línea, ten cuidado si esa persona se muestra demasiado intensa o rápida o si te pide información personal. Es posible que esté intentando manipularte emocional y financieramente.
Muchas veces, los estafadores apelan a tu amabilidad contándote historias dramáticas o urgentes para pedirte ayuda financiera inmediata. Algunas tácticas comunes incluyen decir que están pasando por una crisis familiar, como una emergencia médica, o que necesitan dinero para un boleto de avión. Estas historias están diseñadas para presionarte y lograr que actúes sin pensarlo dos veces.
4. No envíes dinero
Evita enviar dinero a cualquier persona con la que sólo has hablado en línea o por teléfono. Esto incluye métodos tradicionales como transferencias bancarias y pagos de persona a persona (P2P), así como transferencias de criptomonedas o compra de tarjetas de regalo. Los estafadores solicitan estas formas de pago porque generalmente no se pueden rastrear ni recuperar.
5. Repórtalo
Si sospechas que has sido víctima de una estafa, comunícate con tu banco para conocer cómo proteger mejor tu información bancaria. Además, verifica las transacciones recientes para asegurarte de que no haya actividad fraudulenta en tu cuenta y repórtalo a la Comisión Federal de Comercio (FTC) en ReportFraud.FTC.gov.
6. Usa los recursos gratuitos disponibles para ti
Protegerte de los estafadores no tiene por qué costarte dinero. Hay muchos recursos gratuitos disponibles que pueden ayudarte a monitorear y proteger tu identidad y otra información personal.
Por ejemplo, Chase Credit Journey ofrece el monitoreo gratuito de tu crédito e identidad. Esto incluye alertas que te permiten saber si tu información personal está expuesta en una filtración de datos o en la web oscura. No tienes que ser cliente de Chase para usar esta herramienta de monitoreo.
Los estafadores pueden ser muy astutos, pero tienes el poder para mantenerte un paso por delante de ellos. Para obtener más información sobre las estafas y acceder a herramientas y recursos educativos que te ayuden a proteger tu dinero e información personal, visita chase.com/security.
Para fines informativos y educativos solamente: Las opiniones y estrategias descritas en este artículo o proporcionadas a través de hipervínculos pueden no ser apropiadas para todos y no pretenden ser recomendaciones específicas para ningún tipo de caso. La información se ha obtenido de fuentes que se consideran confiables, pero JPMorgan Chase & Co. o sus afiliadas y/o subsidiarias no garantizan su integridad ni precisión. Este material no pretende ofrecer asesoramiento legal, fiscal o financiero ni tampoco pretende indicar la disponibilidad o idoneidad de algún producto o servicio de JPMorgan Chase Bank, N.A. Usted debería considerar cuidadosamente sus necesidades y objetivos antes de tomar cualquier decisión y consultar con el (los) profesional(es) adecuado(s). Los pronósticos y el rendimiento pasado no son garantía de resultados futuros. JPMorgan Chase & Co. y sus afiliadas no son responsables de, y no proporcionan ni avalan productos, servicios u otro contenido de terceros.
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